Cada vez es más frecuente observar en las consultas de pediatría y de atención primaria que el motivo de consulta es ” Doctora, mi hijo no me come”.
Esto aparece en uno de cada cinco niños , y es fácil asociar la falta de apetencia con la falta de crecimiento. Además , existen diferencias entre comer y nutrirse ,es decir , un niño puede comer una golosina ,que es muy calórica ,pero no está nutriendo sus células , solo está portando glucosa. Es importante diferenciar entre estos dos factores a la hora de conocer cómo afecta esta situación al niño y a su salud.

La mejor estrategia para un padre a la hora de afrontar cada una de las situaciones y etapas de nuestros hijos es la información adecuada y veraz. Te invito a seguir leyendo …
Debemos conocer la diferencia entre una inapetencia falsa y una verdadera inapetencia.
– La inapetencia falsa es aquella que aparece cuando el niño come muchos alimentos ricos en calorías ,como pueden ser golosinas o pueden ser zumos , o diferentes cantidades de leche a largo del día y a deshoras . Luego, no acepta otro tipo de alimentos como la verdura o el pescado.
Y verdadera inapetencia es aquella que aparece en un niño que tiene bajo peso para su edad y que además, es un niño sin energía, sin vitalidad, sin ganas de hacer nada, apático, sin ganas de relacionarse con los niños de su edad.
Cuando esto ocurre sí que es necesario la actuación de un médico para valorar si esta situación puede ser debida a una falta de nutrición celular .
Esta situación debe ser diagnosticada por el médico correspondiente y comenzar un tratamiento lo antes posible adecuado a su edad y a su patología, para poder tener como objetivo el tratamiento de la enfermedad y reiniciar la alimentación y la nutrición.
Es por ello, que hay muchas madres que acuden a los Médicos de familia y los médicos pediatra con este motivo , pero el niño es vivo, es activo, se relaciona con todos los que están en la sala de espera, tiene una talla y un peso que se correlaciona desde el nacimiento, tiene un adecuado neurodesarrollo, va adquiriendo capacidades y actividades a medida que va creciendo de forma exponencial, descansa bien, realiza actividades deportivas acorde a su edad sin ningún tipo de limitación… Y el profesional responde, “no se preocupe que ya comerá.”
Nos quedamos con una cara … con un sentimiento que nunca se olvida, pensamos que el problema lo tenemos nosotros, pensamos que estamos solos ,pensamos que nuestro hijo no va a crecer de manera adecuada. Comenzamos a sentir miedo al momento de sentarnos en la mesa, sentimos angustia al pensar que en algún momento del desarrollo va a padecer alguna enfermedad provocada porque el niño no come. Pensamos que, lo hemos llevado a todos los sitios para que le hagan todas las pruebas pertinentes pero no nos han hecho caso, nuestra mente da 1000 vueltas pero, la realidad es otra completamente diferente.
Aquí juega un factor muy importante, nuestra mente y no es una mente cualquiera, es una mente privilegiada y única que tenemos los seres humanos. Desde que nacemos , nuestro sistema nervioso , nuestro sistema digestivo y endocrino son inmaduros.

Esto quiere decir, que por naturaleza cuando nosotros nacemos debemos ser cuidados y protegidos por nuestros adultos, por las personas que nos quieren, por las personas que han estado a nuestro lado y nos han elegido. No es el mismo ejemplo que en el resto de la naturaleza, que nada más nacer el cabritillo, la madre lo empuja ,se pone de pie y logra caminar y correr por la estancia. Esto es debido a un sistema nervioso adecuado, un sistema endocrino acorde y un sistema muscular desarrollado en el animal.
Esto , no lo tenemos nosotros y esto hace que nuestro apego sea mucho más importante y que nuestra mente piense de otra manera. Además nuestra mente tiene guardada una caja con muchos recuerdos, con muchas palabras, con muchos hechos, con muchas experiencias que hemos vivido a lo largo de nuestra vida.
Hay palabras que hemos escuchado de personas que amamos, como nuestras abuelas ,como nuestros padres ,como nuestras madres, como nuestras tías , personas referentes dentro de la educación , que sigue dentro de nosotros.
El cerebro humano es un aparato único, maravilloso, impredecible, y que la humanidad , aún no lo ha desarrollado por completo.
Conocemos el desarrollo de determinadas enfermedades como ,el Alzheimer o el Parkinson , como los accidentes cerebrovasculares, pero en muchos aspectos , no conocemos cómo funciona realmente.
Esa cajita de la que os hablaba anteriormente, es la cajita de nuestras creencias y está enraizada dentro de nuestra personalidad.

Cuando estamos embarazadas, empezamos a notar los primeros movimientos, patadas, signos de vida. Nos sentimos cada vez más felices a medida que va avanzando el embarazo y vamos viendo ,a través de las ecografías , que nuestro bebé está bien. El momento ya ha llegado, ya lo tenemos en casa ,ya forma parte de nuestra vida, ya tenemos todo preparado desde hace meses y tenemos todo el amor y el cariño preparado para darle, pero no es tan fácil.
La mente materna se ha estado preparando durante nueve meses albergando una nueva personita. Esta nueva personita ha reconocido la voz de su padre durante esos meses ,las caricias ,el cariño y cómo las pulsaciones de su madre estaban correctas y estaban bien. La mente materna desde que nace y lo tenemos en nuestros brazos, solo piensa en la supervivencia.
Solo piensa en cómo voy a hacer para que mi hijo sobreviva, para que mi hijo viva, para que el primer año de vida todo esté controlado y mi hijo esté perfecto que, como sabéis, no funciona así. La alimentación es parte de nuestra cultura, es parte de nuestra vida y debemos de realizarla para poder nutrir nuestras células y poder seguir viviendo.
¿Qué creéis que ocurre cuando nuestra mente observa que nuestro hijo no come, que nuestro hijo no avanza, que nuestro hijo rechaza determinados alimentos que tú haces con cariño, que ves que su crecimiento es un poco más lento que el resto de su clase?, ¿qué crees que hace tu mente.?
Tu mente se bloquea ,tu mente ve un peligro ,tu mente ve que la supervivencia de ese niño debe ser lo primero ,que hay que salvaguardarlo, tu mente comienza elaborar miedos, angustia, florecen creencias que estaban ocultas en esa cajita y nos limitan en nuestro día día.
Nuestra mente entra en caos. Este es el momento en el que nos pasa por la mente cambiar de estrategia, cambiar de conducta, intentar controlar nuestra ansiedad, explotar ante determinadas circunstancias relacionadas con la comida, leer muchos artículos, informarse, en definitiva, buscamos información en el exterior para calmar nuestra ansiedad interior. Una ansiedad que está ocasionada por nuestra propia mente, por nuestro miedo a que nuestro hijo no sobreviva.
Es un miedo irracional que nos limita ,nos afecta mucho nuestra vida, incluso nuestra relación de pareja, incluso nuestra relación con nuestros padres ,con nuestros suegros etc. y nos afecta a la relación que tenemos con nuestros propios hijos.

Por eso, sé que es una situación estresante, que es una situación difícil ,que muchos padres se encuentran muy desbordados, que acuden a muchos profesionales y no le dan respuesta, que no conocen bien si la dieta mediterránea es la adecuada o no, o cuando podemos iniciar la lactancia mixta o cuando podemos utilizar determinados alimentos como los que tienen gluten , qué frutas son las más adecuadas, cuando podemos iniciar la leche de vaca …Mucha información para un cuerpo tan pequeño.
Como sé la importancia que tiene este tema para muchas madres y padres y lo que puede afectar dentro de una familia, he decidido comenzar con este Post en la nueva sección de coaching y crianza.
Aquí vamos a dar algunas claves para que conozcáis cómo funciona nuestra mente , cómo funciona la mente de nuestro hijo y cómo podemos mejorar esta situación.
La importancia de la dieta.
Desde que el niño nace , ya dentro de un quirófano o paritorio se usa desde hace años ,el contacto piel con piel y el contacto de su boca con el pezón de la mama. Esto hace que ,neurológicamente, el bebé esté preparado mediante una serie de reflejos para succionar y coger el alimento.
No siempre ocurre cuando queremos , es decir, este reflejo está presente pero no siempre sube la leche en el momento adecuado o debido a complicaciones maternas, es imposible dar la lactancia natural. No por ello es menos importante, no vas a ser menos madre, peor mujer por no haber dado el pecho a tu hijo. Lo que sí está claro es que esta leche , la materna, es perfecta.
La lactancia materna está ideada para que el bebé tenga todas las necesidades nutricionales en esta etapa, va cambiando la composición de cada una de las porciones de la leche de tal manera que al principio, es muy grasa y luego va cambiando a más proteica. Es rica en anticuerpos y en inmunoglobulinas , que son defensas maternas , que se transfieren a través de la leche.
Es el primer alimento que podemos ofrecer a nuestros hijos y que sabemos que van a estar bien nutridos. La mente materna está tranquila, porque sabe que lo que sale de su cuerpo, es sano.
Sabes que durante años y millones de años ha sido el único alimento que ha mantenido vivo a los recién nacidos. Sabes que es la mejor leche del mundo. Por ello , nuestra mente descansa y a pesar de las dificultades para comenzar a lactancia materna, vive sin angustia.
A partir de los seis meses ya comenzamos con alimentación complementaria , aunque sí que es verdad , que se puede y debe mantener junto con la lactancia materna o con la lactancia artificial.

Es en estos primeros meses cuando el niño necesita alimentarse solo de leche, no por capricho, sino porque su aparato digestivo no es maduro y su intestino , no es capaz de absorber todos los nutrientes pudiendo provocar la posibilidad de mala absorción de determinados alimentos.
Sin embargo, a partir de los seis meses comenzamos a ofrecerle determinados alimentos ,comienzan a tener contacto con determinadas texturas, con determinados sabores, con determinadas sensaciones a nivel del aparato digestivo, entre ellos pueden aparecer diarreas, cólicos, gases, debido a la nueva digestión que hasta el momento solo era de leche.
Aquí cambia la composición de las enzimas digestivas ,de las proteínas que digieren las grasas, de las proteínas y digieren las propias proteínas y los hidratos de carbono. Éste cambio permite que de forma adaptada y de forma progresiva vayamos incluyendo determinados alimentos, que a pesar de sus caritas tan divertidas, están contribuyendo a su nutrición.
Ahora nuestra mente materna, no está tan tranquila, ya no depende exclusivamente de ella, ahora depende el exterior, depende de cómo cocinemos, depende del tiempo que tengamos para cocinar, depende de si le compramos un potito o si se lo hacemos natural, depende de si añadimos más verduras o menos verduras a los potitos, depende de muchas cosas externas que no dependen exclusivamente de mi producción de leche.
Es por eso que muchas mamás experimenta una sensación de tranquilidad cuando por la noche se le sigue ofreciendo el pecho, se le sigue ofreciendo leche o se le complementa en cualquier momento porque así lo solicita.
¿Por qué crees que el bebé lo solicita, por qué crees que tu hijo por la noche te señale al pecho y te dice que quiere comer?. No , mamá lo hago porque te echo de menos, porque ha cambiado nuestra vida, porque antes siempre estabas conmigo ofreciéndome todo y ahora desde hace un tiempo, sin saber el porqué estamos más distantes, mi pequeñita cabeza no logra entender este cambio por eso necesito estar un ratito contigo. Como veis tenéis objetivos diferentes, el tuyo es que tu bebé coma y el del bebé es estar contigo .
En el congreso nacional de pediatría de 2014 se realizó un estudio con niños de uno a cinco años donde se le ofrecía la dieta mediterránea tradicional. Se observó que el uso de la dieta mediterránea puede contribuir positivamente a estos niños que tienen inapetencia. Además muchas familias tuvieron el nivel de satisfacción muy elevado por el uso de la misma.
Esto nos ayuda a saber que a partir de los seis meses, salvo algunas restricciones, se aconseja el uso de la dieta mediterránea.
Recuerda: si el peso y la altura de nuestros hijos está dentro de unos percentiles de crecimiento es decir están entre el percentil tres y el percentil 95 esto quiere decir , dentro de los márgenes de crecimiento, toda va bien.
El uso del percentil es una manera de medir al conjunto de la población y sus datos. Nos determina a qué cantidad de pacientes con sus mismas características tiene por debajo.
Por ejemplo, si mi hijo tiene un percentil 50 esto quiere decir que él está incluido dentro del 50 % de los niños que tienen el mismo peso y la misma talla para la misma edad. Si durante todo su crecimiento va teniendo el mismo percentil o va creciendo un poquito de percentil , debemos estar tranquilos.
¿Por que a partir de los 2 años mi hijo está inapetente ?
El preocuparse es gratis y nuestra mente lo tiene muy en cuenta. Con lo cual es una situación sana siempre y cuando no desborde nuestra vida. Antes de preocuparse debemos conocer varios factores que condicionan el crecimiento de los órganos que forman parte de la alimentación y de la nutrición de nuestro hijo.
En la franja de edad entre dos y cinco años el ritmo de crecimiento es solo entre un 20 y un 30 % con respecto a lo que tienen en el primer año de vida. Todo el esfuerzo está en que durante el primer año de vida de vida, los requerimientos nutritivos y la fisiología permitan la supervivencia del bebé y así perpetuar la especie. Por lo tanto a partir de esta edad, es habitual que los niños tengan menos requerimientos nutritivos, disminuyendo su apetito siendo, su foco otro completamente diferente, el mundo que le rodea. No por eso ,vuestro hijo es un mal comedor, aunque reconozco que es inevitable desde el punto de vista mental no alarmarse.
Nuestra mente cuando nosotros vemos que nuestro hijo no come, tiene miedo de que el instinto de supervivencia no funcione . Entonces sacamos la cajita de las creencias y aparece: “un niño que no come es igual a muerte. “ . Y vivir con este sentimiento es muy angustiante y agotador.
Además de esta etapa de crecimiento lento que ocurre en torno a los dos años porque varían sus necesidades energéticas como hemos visto, también a partir de estos dos años ,muchos niños entran en una fase que se conoce como neo fobia, que le lleva a rechazar cosas que antes tomaba o a probar cosas nuevas. No solamente aparecen en la alimentación , sino que , estos niños pueden ser más sensibles a la hora de cambiarle una rutina, a la hora de cambiarle de habitación, o bien a la hora de que llegue un hermanito.

Esta fase que se mencionado es completamente normal y es parte de el desarrollo neurológico de vuestro hijo. Solo es importante identificarlo y reducir nuestra ansiedad entorno a esta nueva fobia. Es una etapa, pronto pasará y aprenderá que todo lo nuevo también puede ser atractivo y positivo.
Ideas para mejorar
Bueno pues ya conocéis algunas de las etapas por las que pasa vuestro hijo y cómo funciona nuestra mente respecto a ella y ahora llega el momento de aplicar una serie de herramientas que te van a poder ayudar en tu día día para poder mejorar ese estado mental que te limita y poder disfrutar con tu hijo en la comida.
1- Ponernos en el lugar del otro. Es lo que se conoce con el nombre de empatía y muchas ocasiones la hemos desarrollado para hablar con un compañero de trabajo, con una amiga, o con nuestro equipo de fútbol pero ¿lo hemos hecho para ponernos en lugar de nuestro hijo?. Es aconsejable y pensar que nosotros como adultos , también tenemos otras etapas en las que comemos más y otras en las que comemos menos y además también hay alimentos que nos gustan más y que nos gustan menos. Por eso su falta de apetito o su rechazo a comer determinados alimentos no debemos tomarlo como algo personal.

2- conforme van creciendo varían también sus necesidades energéticas y nutricionales, además conocemos ya el termino de una fobia y sabemos que hay situaciones nuevas a los que ellos deben afrontarse. Por eso, ofrecerle todo tipo de alimentos y no hay que desistir de ofrecérselo si algo no lo quiere, o no le gusta. Muchas veces hemos visto como nuestra madre se levantaba para hacerle otro plato un hermano porque éste decía que no le gustaba, muchas veces lo hemos hecho nosotros, pero esto ¿qué creéis que refleja en la mente del niño ?. “Yo puedo comer lo que quiera porque mi mamá me hará lo que yo quiera con lo cual me puedo permitir el lujo de decir que no , ante determinados alimentos que no me gustan. ”
Además, muchos padres y madres inconscientemente, adaptan la alimentación de sus hijos en función de lo que a ellos les gusta o no les gusta. No debemos caer en el error, debemos ofrecer a tu hijo todo aquello que sea saludable y que sea variado independientemente de que a ti te guste o no.
3- Comer en familia y de forma agradable. Seguro que hace mucho tiempo que no te sientas en la mesa a comer con tu hijo o tu hija o tu mujer o tu marido,. La vida que llevamos en muchas ocasiones nos hace estar en la cocina o estar haciendo la colada al momento que ellos están comiendo. La educación nutricional comienza en casa, en la mesa, teniendo como ejemplo a los padres de una forma positiva. La comida debe ser agradable, sin prisas, sin interferencias sin móviles y tablets y sin tele. Bien sentados en la mesa, comiendo despacio masticando bien disfrutando de la comida. Si nuestro hijo no quiere comer evitemos el momento de sentarnos en la mesa ya que puede que su estrés y su ansiedad aumente y comencemos a explosionar con gritos con discusiones que lo que harán es el efecto contrario, asociar a la comida a un momento negativo.

5 – No forzar a los niños a comer. Esto lo llevamos dentro desde la época de nuestras abuelas y sabemos perfectamente que nuestras abuelas nos hacían engullir todo tipo de alimentos e incluso de manera exagerada, en general. Hay estudios que hablan que forzar a los niños puede ser contraproducente y por lo tanto, provocar más rechazo.Una de las cosas que hemos hecho casi todos es chantajearles, “si no comes no irás al parque “, “si no comes mañana no irás con tus amigas a la piscina”, “hasta que no te las comasno te levantas de la mesa” ¿ te suena ?.
5- No usar alimentos como premios pero tampoco como castigos. Si apremiamos con una chuchería cuando ha comido algo que no le gusta como la verdura o el pescado que es lo más frecuente, el niño asociará inconscientemente la ingestas que le gusta calificandolo como algo desagradable como algo que necesitas el premiado.
6- Como comienzo podemos combinar en un mismo plato, alimentos que si le gustan con los que no le guste. Inicialmente, puede ser que se combinen los sabores y que pueda ser agradable así es más fácil que nos vaya incorporando poco a poco. Las dietas que son monótonas son aquellas que más fallan es por ello que es importante presentárselo de forma agradable y divertida.
7- No combinar las comidas con leche ya que la leche es un importante componente de la dieta de los niños pero además , no debemos olvidar que nutre es decir que ,ayuda a que las células se carguen de energía. No es solo agua con lo cual si ofrecemos un vaso de leche antes de las comidas o mediante las comidas podemos afectar el apetito y comer menos.Igual sucede con los zumos entre horas con las manzanillas entre horas o con Calorías que se ingieren entre horas.

8- A una determinada edad, podemos ir con nuestros hijos a la compra y que sea él o ella el que decida determinados elementos, que elija la fruta que desea comer, que elija las verduras que quiere tomar y que tenga contacto con la comida. Además , puede cocinar con nosotros alguno de los alimentos que hemos comprado para ver cómo se elabora, para sentirse útil y para agudizar su olfato a determinados olores y sabores . Se sentirán Especiales.
9- podemos dejar que los niños manipulen los alimentos sobre todo ,en torno a los seis meses. Ellos tienen una curiosidad sobre todo lo externo y necesitan explorar, experimentar y mirar a su alrededor, observar texturas, utilizar las manos y la boca, así de esta forma el niño entrará en contacto con estos alimentos con su olor, con su sabor ,con su textura, etc. Preparando al cerebro para comenzar a alimentarse adecuadamente.
10- Y por último , presenta la comida en proporciones adecuadas. Imagínate un día que no tienes nada de hambre, que te has ido almorzar con unos amigos, que vas a casa, y que la abuela o tu madre te ha preparado un plato que rebosa el plato de espaguetis Carbonara. Tu mente instantáneamente lo va a rechazar porque no le llega ninguna señal del estómago ,del intestino ni del sistema nervioso como que necesitas ese alimento. Esta información entra por los ojos y por el resto de los sentidos ,con lo cual ,sería interesante presentar en la comida en un plato más grande de manera que, solo visualmente , el niño piense que la ración que tiene es más pequeña y por lo tanto se vea más capaz de comérsela.
Bueno pues este Post ha llegado a su fin, espero que os haya sido de ayuda y sobre todo, que os haya dado información suficiente para aceptar este reto.
Piensa que tu hijo o hija, tiene mucho potencial y que todos los días y a todas horas están expresando situaciones y emociones que muchas veces no identificamos. Debemos aprender.
Recuerda que tú eres su padre o madre, recuerda que tú eres un referente, recuerda que tú eres su imagen, recuerda que tú eres , sin duda , importante.

Vanessa Domínguez.
Médico de familia y Coach de salud emocional.

